Toda mujer embarazada quiere que su parto se desarrolle sin problemas. Pero a veces, hay algunas cosas que hacen que el proceso de parto se detenga o se retrase, por lo que la madre necesita recibir una inducción natural. Sin embargo, ¿sabía que algunos métodos de inducción del trabajo de parto natural que se han sugerido durante generaciones en realidad no son efectivos para acelerar el trabajo de parto?
Varios mitos de la inducción del trabajo de parto que resultaron ser falsos
La inducción del trabajo de parto se realiza para estimular la producción de la hormona oxitocina para desencadenar las contracciones uterinas. Cuanto más rápido se produzcan las contracciones, más se abrirá el canal de parto y acelerará el proceso de parto.
Hasta ahora, se cree que hay muchas cosas que ayudan a acelerar la inducción del parto, pero resulta ser solo un mito. Estos son los mitos de la inducción del trabajo de parto que ya no necesita creer.
1. Tener relaciones sexuales
Muchas mujeres tienen relaciones sexuales de forma rutinaria durante la última etapa del embarazo con la esperanza de que las contracciones sean más rápidas. Esto se debe a que el semen masculino contiene la hormona prostaglandina que puede ayudar a ablandar y abrir el cuello uterino, acelerando así la apertura.
Por otro lado, varios otros médicos han revelado que este es un mito de inducción del parto que no debe usarse como referencia. Primero, porque no todas las mujeres embarazadas pueden tener relaciones sexuales cerca del día del parto. Especialmente si ha experimentado rotura de membranas, sangrado o tiene riesgo de parto prematuro.
Además, las posibilidades de contracciones uterinas exitosas al tener relaciones sexuales tampoco se han probado nunca a través de una investigación médica suficientemente representativa.
2. Estimulación del pezón
Un obstetra del Centro Médico de UCLA en Santa Mónica, Aldo Palmieri, M.D, revela que la estimulación del pezón no debe realizarse en casa como una inducción natural.
Cómo estimular los pezones que tienden a ser los mismos que cuando un bebé succiona el pezón puede causar una liberación excesiva de la hormona oxitocina. Esto puede desencadenar contracciones excesivas y es potencialmente peligroso tanto para la madre como para el bebé.
Además de desencadenar contracciones excesivas, el bebé en el útero puede estar estresado, lo que se caracteriza por una frecuencia cardíaca más lenta. Nuevamente, no haga esto sin consultar primero a un médico.
3. Aceite de ricino
Sin darse cuenta, todavía hay muchas mujeres embarazadas que creen en este mito de la inducción del parto. Según un estudio reciente publicado en la revista Maternal-Fetal and Neonatal Medicine en 2018, las mujeres embarazadas que bebían aceite de ricino o aceite de castor tienden a tener contracciones más rápidas y dan a luz dentro de las 24 horas posteriores.
Desafortunadamente, hasta ahora no existe una regla específica sobre la cantidad de aceite de ricino que se debe consumir para acelerar el parto. Si no se hace con cuidado, beber demasiado aceite de ricino puede provocar contracciones más fuertes.
En lugar de proporcionar un efecto beneficioso, el flujo sanguíneo al bebé en realidad disminuye. Como resultado, el bebé en el útero se ve privado de oxígeno y puede ser fatal si no se trata rápidamente.
4. Come piñas
Este mito de la inducción del trabajo de parto es ciertamente muy común para usted. Dijo que comer piña durante el embarazo puede desencadenar contracciones uterinas y hacer que la madre dé a luz rápidamente.
La piña contiene la enzima bromelina que puede ayudar a flexionar el cuello uterino para que pueda desencadenar el parto. Desafortunadamente, estas contracciones no durarán tan rápido si solo comes una piña.
Sí, una piña contiene muy poca enzima bromelina. Por lo tanto, comer un plato de piña fresca solo no tendrá mucho impacto en la aparición de contracciones. Sin embargo, esto no significa que pueda comer demasiada piña porque le provocará diarrea.
5. Inducción de mitos o hechos: caminar
Un estudio de 2014 del Journal of Perinatal Education reveló que hasta 32 mujeres que caminaban regularmente durante el embarazo tendían a experimentar contracciones más rápidamente antes del parto. Desafortunadamente, muchos médicos no están seguros de la relación entre la marcha y la inducción del trabajo de parto.
El efecto de caminar es más fácil de sentir cuando las mujeres embarazadas han comenzado a tener contracciones, no para estimular las contracciones. Porque el movimiento de las caderas al caminar puede ayudar a posicionar la cabeza del bebé hacia la pelvis para que la apertura sea rápida.
Pero recuerde, preste atención a la capacidad de su cuerpo para no cansarse. Guarde su energía en preparación para el parto.
De hecho, el único método de inducción seguro y confiable para inducir el parto es con medicamentos administrados en un hospital.