Casi todo el mundo ha experimentado sentimientos de culpa. Por lo general, este sentimiento surge cuando ha sido negligente o cuando las cosas no van como ha trabajado. Si bien a veces puede ayudarlo a darse cuenta de lo que debe mejorarse, el exceso de culpabilidad tampoco tendrá un buen efecto.
¿Por qué la gente a menudo se culpa a sí misma?
Algunas personas tienden a tener una gran integridad y honestidad y están dispuestas a admitir cuando han cometido un error.
Además de ser más responsable, esta actitud también reducirá la posibilidad de que surja un mayor conflicto en los demás, lo que resultará en culparse unos a otros. Además, incluso se culparía a sí mismo.
Sin embargo, eso no significa que el hábito de culparse a sí mismo esté siempre justificado. Si no se aborda de inmediato, este hábito seguirá apareciendo y se convertirá en un reflejo todo el tiempo, incluso cuando no esté completamente involucrado en el evento.
Según los expertos, hay grupos que suelen quedar atrapados en sentimientos de culpa. Este grupo está formado por personas con problemas obsesivos que creen que tienen que hacer todo a la perfección.
Dos de ellos son víctimas de violencia que continúan sintiendo que merecen cosas malas, así como personas que están deprimidas.
Sin embargo, también hay quienes lo hacen con fines manipuladores. O para hacer que otros admitan su culpa o simplemente para sentir que tiene un nivel más alto de moralidad.
El impacto de culparse a sí mismo con demasiada frecuencia
Demasiada culpa a uno mismo puede tener un impacto negativo en su vida, especialmente si no experimenta ciertas condiciones.
Cuando quede atrapado en este hábito, evitará situaciones en las que pueda cometer un error. No es imposible que después de eso, tenderá a ir a lo seguro y dudará en hacer algo como comenzar algo nuevo.
No solo le impedirá seguir adelante, este hábito tampoco le dará la oportunidad de mejorar.
Culparse a sí mismo equivale a dudar de sus habilidades. Con demasiada frecuencia, sentirse culpable le hace sentir siempre que no está lo suficientemente calificado para asumir mayores responsabilidades.
Con el tiempo, este hábito también te hará sentir impotente.
Además, el hábito de culparse a sí mismo puede tener un impacto negativo en la salud de su cuerpo. Esto se evidencia en un estudio realizado por un grupo de equipos de la Universidad de California.
El estudio se realizó para ver cómo las opiniones sobre uno mismo pueden afectar el sistema inmunológico del cuerpo.
Se encontró que los participantes que experimentaron vergüenza y humillación por culpa de sí mismos tuvieron un aumento significativo en la actividad de las citocinas en sus cuerpos.
Las citocinas son marcadores de inflamación que indican que una enfermedad puede estar en proceso de desarrollo.
Mary Turner, PhD, psicóloga clínica, dice que cuando las personas reciben mensajes negativos sobre sí mismos, tanto de los demás como internamente, se sienten mal e impotentes para hacer cambios.
Estos sentimientos a menudo van acompañados de vergüenza que, si no se abordan de inmediato, provocarán altos niveles de hormonas del estrés.
¿Cómo evitas culparte demasiado?
Ya sea que realmente esté haciendo algo mal o cuando esté bajo presión, hay cosas que puede hacer para reducir la frecuencia de culparse a sí mismo. Así es cómo.
- Haz lo que hay que hacer. El silencio y culparse constantemente no cambiará la situación que ha ocurrido. En cambio, comienza a hacer algo que puede mejorar las cosas. En lugar de tener miedo, cada vez que dudes cuando quieras intentarlo, ten en cuenta que puedes hacerlo.
- Mira este evento a través del panorama general. Hay momentos en los que pasamos por el fracaso antes de alcanzar una gran meta. En lugar de culparte a ti mismo, trata de ver el lado positivo. Piense de nuevo en las cosas que puede aprender de sus fracasos para no repetir los mismos errores.
Todo ser humano debe haber cometido errores. El punto importante es que no se deje envolver demasiado en sentimientos de culpa y trate de hacer lo mejor que pueda para seguir creciendo.