Los tumores cerebrales se agrupan en 4 tipos según su naturaleza, como la velocidad de crecimiento y la posibilidad de recurrencia. No todos los tumores del cerebro son mortales o terminan en muerte. Los tumores cerebrales de grado 1 o 2 se consideran benignos o no cancerosos, mientras que los tumores cerebrales malignos o letales se clasifican como de grado 3 o 4.
Los tumores cerebrales primarios son tumores que se originan en el cerebro. Sin embargo, la mayoría de los tumores malignos son cánceres secundarios, también conocidos como tumores que se originan en otros lugares y se diseminan al cerebro.
Cómo detectar un tumor cerebral mortal
Según el tamaño y la ubicación del tumor, cada persona con un tumor cerebral puede experimentar diferentes síntomas. Los signos y síntomas comunes incluyen dolores de cabeza crónicos, convulsiones, náuseas crónicas, vómitos y somnolencia.
Las personas con tumores cerebrales mortales también suelen experimentar problemas de memoria, cambios de personalidad y comportamiento, seguidos de debilidad o parálisis en un lado del cuerpo, alteraciones visuales y problemas del habla.
Si nota alguno de los síntomas anteriores, es mejor que busque ayuda médica de inmediato. Incluso si no es un tumor, es posible que tenga otros problemas de salud que requieran tratamiento.
Tipos de tumores malignos
En la gran mayoría de los casos, los tumores malignos del cerebro crecen a partir del tejido glial, el tejido responsable de sustentar las células nerviosas del cerebro. Por tanto, estos tumores se denominan gliomas. Los gliomas se pueden agrupar en categorías más pequeñas según las células de origen.
- Los astrocitomas se originan en las células que forman la estructura del cerebro.
- Los oligodendrogliomas se originan en las células que producen la capa grasa de los nervios.
- Los ependimomas surgen de las células que recubren la cavidad del cerebro.
Los tumores malignos pueden originarse en diferentes partes del cerebro.
Tratamiento de los tumores cerebrales malignos
Los tumores cerebrales primarios malignos (los que se originan en el cerebro) requieren un tratamiento temprano. El tratamiento tardío puede hacer que el tumor se disemine y dañe otras partes del cerebro y la médula espinal. Si le diagnostican un tumor cerebral maligno, necesitará una cirugía para extirpar la mayor cantidad posible del tumor. Las células cancerosas que no se pueden extirpar durante la cirugía se tratarán con radioterapia, quimioterapia o ambas para prevenir la recurrencia.
Sin embargo, los tumores malignos tienden a reaparecer. Si esto sucede, o si desarrolla un cáncer secundario, ya no es posible curar su afección. Si esto ocurre, el objetivo del tratamiento es simplemente aliviar los síntomas y prolongar la vida.
Es difícil vivir sabiendo que tienes un tumor en el cerebro. Los pacientes con tumores cerebrales suelen sufrir ansiedad y depresión. Puede sentirse mejor una vez que tenga los conocimientos adecuados sobre el tumor y su tratamiento. Si tiene alguna pregunta, no dude en consultar a su equipo médico para que pueda tomar decisiones acertadas con respecto a su tratamiento.
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