¡Cuidado, la comida quemada puede desencadenar cáncer! |

¿Comes a menudo carne a la parrilla y luego te gusta comer la parte quemada porque sabe más crujiente y sabrosa? Mucha gente piensa que comer alimentos quemados puede provocar cáncer. Descubra los hechos sobre el impacto de consumir alimentos quemados en esta revisión.

¿Es cierto que los alimentos quemados provocan cáncer?

El cáncer es una enfermedad que representa un riesgo para todos, independientemente de su edad, raza u origen étnico. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cáncer ha causado casi 10 millones de muertes en todo el mundo en 2020.

Hay una serie de factores que aumentan su riesgo de desarrollar cáncer, como el estilo de vida y el consumo de alimentos, incluidos los alimentos quemados.

Los alimentos que se cocinan durante mucho tiempo a altas temperaturas, como los fritos, horneados u horneados, pueden formar ciertos químicos llamados acrilamida.

La acrilamida le da a los alimentos su color oscuro y su sabor distintivo. Esta sustancia se forma a partir de la reacción de azúcares y aminoácidos en alimentos con almidón, como productos de patata y cereales.

La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) ha detectado acrilamida desde 2002 y la ha clasificado como una sustancia que puede ser cancerígena para los seres humanos.

Además, la carne a la parrilla contiene compuestos cancerígenos (desencadenantes del cáncer), a saber: amina heterocíclica (HCA) y hidrocarburo aromático policíclico (PAH) formados como resultado del proceso de combustión.

El HCA se forma a partir de aminoácidos, glucosa y creatina que se encuentran en los músculos de la carne de res, pollo o cabra que reaccionan a las altas temperaturas.

Mientras tanto, los HAP se forman cuando la grasa de la carne se expone al fuego directamente sin ningún intermediario.

La cantidad de estos carcinógenos puede variar según el tipo de carne que esté cocinando, la técnica de cocción y el nivel de cocción de la carne.

Sin embargo, independientemente del tipo de carne, cuando se asa a una temperatura de más de 150 ° C, la carne tiende a formar HCA.

El efecto de consumir alimentos quemados puede cambiar el ADN del cuerpo cuando estas sustancias son digeridas por ciertas enzimas. Este proceso se llama bioactivación.

Los cambios en el ADN de las células pueden provocar la aparición de mutaciones que causan cáncer.

Sin embargo, diversos estudios muestran que el efecto de la bioactivación puede ser diferente para cada persona. Por eso, la magnitud del riesgo de cáncer por consumir alimentos carbonizados es diferente para cada persona.

¿Existe evidencia de que la comida quemada aumenta el riesgo de cáncer?

Un estudio en la revista Patología experimental y toxicológica probaron el efecto de consumir grandes cantidades de acrilamida en ratas.

Este estudio encontró que la acrilamida puede promover el crecimiento de tumores de mama y tiroides, así como contribuir al cáncer de endometrio y al mesotelioma testicular.

El Instituto Nacional del Cáncer también ha resumido una serie de efectos de HCA y PAH de los alimentos quemados, y la conclusión es positiva para causar cáncer en animales de experimentación.

Los ratones que comieron alimentos con HCA desarrollaron cánceres de mama, colon, pulmón, próstata y otros órganos.

Además, los ratones que consumieron una dieta con PAH desarrollaron cánceres de la sangre, así como tumores del sistema digestivo y los pulmones.

Aun así, las dosis de HCA y PAH en cada uno de estos ensayos fueron de hecho muy altas, equivalentes a miles de veces la porción del consumo de alimentos en circunstancias normales.

¿Qué pasa con la investigación humana?

Mientras tanto, los estudios sobre los efectos de los carcinógenos de los alimentos quemados en los seres humanos generalmente han encontrado resultados mixtos. Algunos resultados encontraron una relación sólida y otros no.

Esto puede suceder porque estas sustancias reaccionan de manera diferente en cada persona. La ausencia de un método para medir los niveles de sustancias que consume una persona también es la causa.

Como resultado, todavía se necesitan ensayos clínicos a largo plazo para evaluar el consumo de alimentos cancerígenos que pueden aumentar el riesgo de cáncer en humanos.

¿Pueden las mujeres embarazadas comer alimentos quemados?

El consumo de alimentos carbonizados para mujeres embarazadas es ciertamente riesgoso. La ingesta de alimentos con alto contenido de acrilamida se asocia con un menor peso al nacer y una circunferencia de la cabeza más pequeña en los bebés.

Esto se demuestra a través de un estudio en la revista. Perspectivas de salud ambiental que evaluó alrededor de 1,100 mujeres embarazadas y recién nacidos.

Este estudio demostró diferencias en el peso al nacer y la circunferencia de la cabeza, especialmente en bebés de madres expuestas a altos niveles de acrilamida durante el embarazo.

La diferencia puede ser de hasta 132 gramos en el peso al nacer y 0,33 centímetros en la circunferencia de la cabeza más baja que en los bebés de madres expuestas a niveles bajos de acrilamida.

Cómo evitar los peligros de los alimentos quemados

Hasta ahora, no existen pautas específicas que regulen el consumo de HCA y PAH en una persona.

La FDA tampoco exige que una persona deje de comer alimentos fritos, horneados o asados ​​a la parrilla.

Para reducir la ingesta de estos niveles de sustancias químicas cancerígenas, puede hacer varias cosas, como las siguientes.

  • Cocine la comida hasta que esté amarilla, no hasta que se ponga marrón o negra.
  • Evite cocinar la carne a fuego directo o sobre superficies metálicas calientes, especialmente a temperaturas muy altas.
  • Use el microondas para cocinar la carne antes de que entre en contacto con fuego alto para completar el proceso de cocción.
  • Cocine la carne constantemente, dándole la vuelta para reducir la formación de HCA.
  • Retire las partes quemadas de la carne y los alimentos que ingiera.
  • Evite hacer salsas o condimentos con el líquido que sale de la carne cocida. Ambos contienen altos niveles de HAP y HCA.

También puede reducir el riesgo de cáncer adoptando una dieta saludable. Esto enfatiza el consumo de frutas, verduras, cereales integrales, lácteos descremados y carnes bajas en grasas.

Además, también debe limitar el consumo de grasas saturadas, grasas trans, colesterol, sal y azúcar agregada en su ingesta diaria de alimentos.

Si está confundido acerca de una dieta saludable, es una buena idea consultar a un médico o nutricionista para obtener una solución que se adapte a sus necesidades.

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