Durante las últimas dos décadas, las diversas enfermedades que ocurren en los ancianos han aumentado significativamente, pero también ha aumentado el número de pacientes ancianos que se someten a cirugías concurrentes. Cuando se envejece, es innegable que la condición de su cuerpo está empeorando. Comenzando por las articulaciones, luego a la visión y luego a la memoria.
Bueno, a menudo se requiere que los padres se sometan a una cirugía mayor en las articulaciones u otros órganos para mejorar su calidad de vida. Entonces, ¿cuáles son los riesgos de la cirugía en los ancianos? Consulte la siguiente explicación.
Efectos de la anestesia (anestesia) antes de la cirugía en los ancianos
Antes de la cirugía, generalmente un anestesiólogo realizará una acción anestésica que tiene como objetivo bloquear el dolor del paciente durante un cierto período de tiempo para que durante la operación el paciente no sienta dolor. Esta acción anestésica o anestésica se puede realizar mediante inyección, aerosol, ungüento o administrando al paciente un gas que debe inhalar. Hay tres tipos de anestesia, a saber, anestesia local, anestesia parcial y anestesia total.
Los efectos de la anestesia son temporales y generalmente inofensivos en la mayoría de los pacientes quirúrgicos. Sin embargo, en pacientes ancianos cuyos cuerpos continúan deteriorándose debido a la edad, puede tener un impacto durante el proceso de recuperación. Especialmente si al anciano se le administra un anestésico total que actúa directamente sobre el cerebro, dejando al paciente inconsciente durante la operación.
Un nuevo estudio encuentra que la anestesia general, cuando se usa en pacientes ancianos, puede aumentar el riesgo de demencia y el desarrollo de trastornos neurodegenerativos como la enfermedad de Parkinson o Alzheimer.
La anestesia general durante la cirugía en ancianos aumenta el riesgo de disminución de la función cerebral.
Los investigadores han identificado un deterioro temprano de la función cognitiva después de la cirugía, llamado disfunción cognitiva posoperatoria (POCD), que causa demencia. La POCD está asociada con la aparición de reacciones neuroinflamatorias en el cerebro. Esta reacción daña el cerebro y provoca la degeneración celular.
La degeneración a nivel celular es un desencadenante de la demencia alias senil. Incluso puede causar indirectamente una disminución en la función cognitiva que puede provocar senilidad, pérdida de memoria a largo plazo, dificultades con el lenguaje y comportamiento errático. La demencia puede convertirse en enfermedades como el Alzheimer.
El estudio incluyó a 9.294 personas mayores que se sometieron a cirugía entre 1999 y 2001. Aproximadamente el nueve por ciento de los participantes desarrollaron demencia después de ocho años de exposición a la anestesia y su riesgo aumentó en un 15 por ciento de desarrollar la enfermedad de Alzheimer. En particular, los pacientes de edad avanzada que se someten a anestesia general y experimentan deterioro cognitivo tienen más probabilidades de desarrollar trastornos neurodegenerativos.
A partir del estudio, los investigadores concluyeron que los pacientes de edad avanzada que recibieron anestesia general tienden a tener un mayor riesgo de problemas neurológicos que los que recibieron anestesia local.
El riesgo de cirugía en el anciano aumenta cuando el paciente tiene más de 75 años.
Estudios previos han demostrado que la tasa de recuperación y complicaciones postoperatorias es mayor cuando el paciente tiene 75 años. A la edad de 75 años, la función cerebral ha disminuido por sí sola, especialmente si el paciente ha experimentado una disminución de la función cognitiva. Esto puede hacer que el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas sea muy probable.
La enfermedad de Alzheimer puede ser una causa temprana de muerte en los ancianos de 75 años o más. Los pacientes pueden volverse olvidadizos y a menudo se van lejos de casa y olvidan el camino a casa porque olvidan dónde está su hogar. En esos momentos, son vulnerables al hambre y al riesgo de neumonía.
La importancia de realizar una evaluación antes de que se opere al anciano
Los investigadores han concluido que se debe realizar una evaluación preoperatoria a los padres para determinar qué procedimiento anestésico utilizar, especialmente si se requiere anestesia general. Asimismo, el plan de acción de seguimiento postoperatorio consiste en asegurar el reconocimiento del deterioro cognitivo y la demencia para que se pueda realizar un tratamiento inmediato para prevenir la aparición de trastornos neurodegenerativos más graves.