El estrés prolongado cambia la forma y función del cerebro

Al experimentar estrés, no es raro que a alguien le resulte difícil concentrarse y olvidar fácilmente. Sin embargo, el estrés que se deja prolongar puede tener un impacto peor en el cerebro. Un estudio reciente incluso encontró que el estrés puede cambiar la forma del cerebro e interferir con su función.

El vínculo entre el estrés y la forma del cerebro

El estrés desencadena una reacción en cadena en el cerebro. Cuando está bajo estrés, el cuerpo produce más cortisol. Esta hormona funciona para regular el metabolismo, el azúcar en sangre, la presión arterial y varias otras funciones relacionadas con la respuesta al estrés.

Los niveles de cortisol demasiado altos son perjudiciales para el cerebro. Esta hormona puede interferir con la señalización entre células, matar células cerebrales y encoger un área del cerebro llamada corteza prefrontal. Esta es un área que juega un papel importante en la memoria y el aprendizaje.

El estrés prolongado también puede aumentar el tamaño de la amígdala, la parte del cerebro que regula las respuestas emocionales y controla el comportamiento agresivo. El agrandamiento de la amígdala hace que el cerebro sea más susceptible al estrés.

De acuerdo con estos hallazgos, un grupo de investigadores de la Universidad Estatal de Louisiana, EE. UU., Encontró que el estrés puede cambiar la forma de ciertas células en el cerebro. Este estudio se realizó en modelos animales y ahora se publica en Revista de neurociencia .

En el estudio, solo un factor estresante pudo cambiar la forma de las células de astrocitos en el cerebro. Los astrocitos son células que limpian las sustancias químicas restantes en el cerebro después de que se utilizan para enviar señales.

Los astrocitos normales tienen muchas ramificaciones hacia otras células cerebrales. La función de esta rama es ayudar a transmitir señales entre células. Sin embargo, el estrés hace que las células de las ramas de los astrocitos se encojan, de modo que las células cerebrales no pueden enviar señales como deberían.

Además, también encontraron algo más que interfiere con la comunicación entre las células cerebrales. Al lidiar con el estrés, el cuerpo produce la hormona noradrenalina. Se descubrió que esta hormona inhibe la producción de una proteína especial en el cerebro llamada GluA1.

GluA1 es una proteína importante necesaria para la señalización en el cerebro. Sin GluA1, las células del cerebro no pueden comunicarse con los astrocitos. También se cree que la deficiencia de GluA1 aumenta el riesgo de enfermedad de Alzheimer y una serie de problemas psiquiátricos.

¿Puede el cerebro afectado por el estrés volver a la normalidad?

El cerebro tiene una capacidad llamada neuroplasticidad. Esta capacidad permite que el cerebro reconstruya las vías neuronales previamente perturbadas. El cerebro también puede recuperarse de los efectos de una lesión o enfermedad para que su función vuelva a la normalidad.

El estrés prolongado puede cambiar la forma y la estructura del cerebro. Incluso se puede decir que el daño que causa es bastante grande. Sin embargo, estos cambios generalmente no son permanentes y aún pueden ser revertidos por el cerebro.

La duración de la recuperación ciertamente está influenciada por varios factores, especialmente la edad. Los cerebros de los adultos jóvenes generalmente se recuperan más rápidamente. Mientras tanto, las personas de mediana edad y ancianas tardan más en recuperar las vías neuronales de su cerebro.

Sin embargo, eso no significa que las personas mayores no puedan obtener los mismos beneficios. Hay pasos que puede seguir para aumentar la neuroplasticidad cerebral y reducir el impacto del estrés. Éstos son algunos de ellos.

1. Activamente moviéndose

La actividad física durante al menos 10 minutos al día desencadenará la producción de endorfinas. Esta hormona provoca sentimientos de felicidad y aumenta estado animico y concentración. No solo el cuerpo, el cerebro se estimulará para trabajar cuando esté activo en los deportes.

2. Consuma una dieta nutritiva equilibrada

Su cerebro necesita energía y nutrientes para funcionar de manera óptima. Satisfaga estas necesidades consumiendo fuentes de carbohidratos complejos, frutas y verduras ricas en vitaminas y minerales, y alimentos que son buenos para el cerebro.

3. Duerma lo suficiente

El cerebro es el órgano del cuerpo que más trabaja y el sueño es una buena oportunidad para descansar. Además, la falta de sueño también puede aumentar la producción de cortisol. Satisfaga sus necesidades de descanso durmiendo de 7 a 8 horas al día.

4. Manejar el estrés

El estrés es inevitable. Sin embargo, puede controlar el estrés para que no cambie la forma de su cerebro ni cause otros daños. Los métodos que se utilizan a menudo para controlar el estrés incluyen la meditación, las técnicas de respiración o el descanso.

5. Socializa con amigos

Las interacciones sociales aumentan las hormonas que inducen la felicidad y reducen el cortisol. Cuando socializas, también te comunicas, piensas y aprendes. Todo esto es útil para el cerebro que se está recuperando del estrés.

El estrés es algo natural en la vida. El estrés es útil para aumentar el estado de alerta y estar alerta para enfrentar situaciones estresantes. Los cambios que ocurren durante momentos de estrés pueden incluso hacerte más productivo.

El estrés nuevo se convierte en un problema si aparece continuamente y cambia la forma o función del cuerpo, incluido lo que le sucede al cerebro. Siempre que sea posible, trate de controlar su estrés mientras está activo, comiendo alimentos nutritivos y socializando.

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