¿Respira polvo con frecuencia? Es peligroso para tu aliento

El polvo se puede encontrar en cualquier lugar, desde las partículas producidas en el proceso de erosión en la naturaleza, hasta el polen de las plantas y la contaminación por combustión. La exposición al polvo en la vida cotidiana suele ser difícil de evitar. Bueno, el cuerpo humano tiene varios sistemas de defensa para protegerse de los peligros de inhalar polvo. Sin embargo, cuando el polvo se inhala continuamente o en exceso, corre el riesgo de desarrollar problemas respiratorios.

Los tipos de partículas de polvo que necesita saber

El polvo es el tipo más común de contaminación del aire y puede provenir de una variedad de fuentes. Hay polvo que se puede ver a simple vista, otros no.

La OMS clasifica varios tipos de polvo según su tamaño. El tipo de polvo que normalmente se acumula en las superficies de los muebles para el hogar es un contaminante.

El polvo que puede permanecer en el aire por más tiempo y extenderse a distancias más largas es material particulado. La mayoría de las partículas de polvo no se pueden ver. El tamaño más pequeño del polvo es material particulado (PM) que solo se puede detectar con herramientas especiales.

Cuando se inhala, el polvo más grande generalmente queda atrapado en la nariz y la boca. Este tipo de polvo se puede eliminar fácilmente al exhalar por la nariz, toser o estornudar.

Mientras tanto, el polvo que es más pequeño o más fino en realidad tiene un mayor riesgo de causar daño cuando se inhala. Esto se debe a que el polvo en forma de material particulado o material particulado puede ingresar a las vías respiratorias más profundas, como los bronquios o los pulmones, e incluso puede absorberse en el torrente sanguíneo.

Otro peligro es que el polvo más pequeño puede transportar microorganismos infecciosos que desencadenan una enfermedad pulmonar grave.

¿Cuál es el peligro del polvo para la salud respiratoria?

Aparte del tamaño, el riesgo para la salud de la inhalación de polvo también depende de la cantidad de polvo inhalado, el tiempo que el polvo está expuesto y la parte del tracto respiratorio donde está atrapado.

Los siguientes son los peligros que puede causar la inhalación de polvo en el sistema respiratorio.

1. Alergias

Generalmente, el polvo grande atrapado en la nariz puede desencadenar inmediatamente un reflejo de toser y estornudar. Esta reacción es en realidad el sistema de defensa del cuerpo para eliminar rápidamente el polvo del tracto respiratorio.

Sin embargo, el polvo atrapado en la nariz también puede desencadenar rinitis alérgica (fiebre del heno). El polvo estimulará una reacción exagerada del sistema inmunológico a sustancias extrañas. Como resultado, aparecen problemas respiratorios como tos, estornudos, congestión nasal y secreción nasal.

Además, la rinitis alérgica puede causar síntomas como picazón, enrojecimiento y ojos llorosos. Los trastornos respiratorios pueden continuar mientras el paciente sea alérgico al polvo. Las reacciones alérgicas pueden detenerse cuando el paciente evita la exposición al polvo o toma medicamentos para la alergia.

2. Irritación del tracto respiratorio

Si inhala grandes cantidades de polvo y de forma continua, el polvo puede irritar el tracto respiratorio superior, como la nariz y la garganta.

Además de causar tos o estornudos, el peligro de polvo irritante en el tracto respiratorio también puede desencadenar síntomas de dolor de garganta, como picazón, dolor y sequedad de garganta.

La exposición prolongada al polvo puede dañar los tejidos alrededor de la nariz y la garganta. Esta condición puede aumentar la producción de flema en el tracto respiratorio superior.

La acumulación de flema puede bloquear las vías respiratorias y provocar dificultad para respirar. Si ha irritado su laringe (laringe), también puede experimentar ronquera.

3. Infecciones del tracto respiratorio

Las partículas de polvo o las partículas más finas pueden transportar bacterias, virus u hongos que causan infecciones respiratorias.

Algunos tipos de infecciones respiratorias pueden causar un resfriado o una gripe que ataca el tracto respiratorio superior.

Sin embargo, las partículas de polvo muy finas también pueden transportar ciertas bacterias, virus u hongos a las vías respiratorias más profundas, como la tráquea, los bronquios y los pulmones.

El polvo más fino puede incluso proteger a los microorganismos que causan infecciones del sistema de filtración en el tracto respiratorio inferior.

La infección dañará el tejido que protege las vías respiratorias, provocando una acumulación de moco en los pulmones. Esta condición puede causar síntomas de falta de aire frecuente.

La inhalación de polvo que transporta microorganismos que causan infección en los pulmones puede provocar varias enfermedades como:

  • bronquitis,
  • enfisema,
  • pneumoniae, y
  • enfermedad respiratoria obstructiva crónica (EPOC).

4. Neumoconiosis

El lanzamiento del Centro Canadiense de Salud y Seguridad Ocupacional, actividades o trabajos que permitan a los trabajadores respirar polvo continuamente pueden causar peligros como la neumoconiosis.

La neumoconiosis se caracteriza por la aparición de tejido cicatricial o llagas (fibrosis pulmonar) que rodean el tejido pulmonar sano.

El daño tisular en los pulmones es causado por la exposición al polvo que contiene químicos dañinos como asbesto, berilio y cobalto.

La neumoconiosis puede causar una disminución de la función pulmonar, lo que dificulta la respiración de los pacientes y presenta un alto riesgo de insuficiencia respiratoria.

Si a menudo experimenta problemas respiratorios que se sospecha que se deben a la inhalación de polvo, consulte inmediatamente a un médico para las afecciones respiratorias. Asimismo, cuando la exposición al polvo ocasiona peligro en forma de irritación de ojos y piel.

Mediante un examen médico, el médico puede determinar el tratamiento adecuado según su condición.

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