No solo la apariencia, la forma de hablar también puede ser una evaluación de la personalidad •

El estilo y la forma de hablar de cada uno será diferente. Sin embargo, resulta que la forma en que alguien habla puede mostrar la cantidad de ingresos que obtiene. ¿En serio? Echa un vistazo a la revisión aquí.

La apariencia no es siempre el juicio principal de una persona.

Por lo general, alguien juzga el nivel social o los ingresos de los demás por la forma en que se visten todos los días.

Cuando vea a un hombre con una elegante corbata y traje, podría pensar que es un hombre rico. Por otro lado, si ves a alguien con ropa normal, podrías pensar que es solo una persona normal que tiene una economía media.

Sin embargo, todo eso es solo su propio juicio. Porque no son necesariamente las personas que visten ropa casual o no corren, no las personas ricas.

La forma de hablar puede afectar la cantidad de ingresos.

Un estudio muestra que los directores ejecutivos de altos ingresos tienen una forma determinada de hablar o diferente a los demás. La forma en que hablas puede revelar más sobre la otra persona de lo que piensas.

Las investigaciones muestran que solo se necesitan 30 milisegundos de conversación, lo suficiente para decir un saludo como "hola" para que la otra persona evalúe y conozca los antecedentes étnicos o culturales de una persona. Porque cada cultura tiene una forma de hablar diferente y distintiva.

Las personas suelen juzgar con mucha rapidez a los demás en función de su forma de hablar o de su estilo de hablar y, a menudo, ni siquiera se dan cuenta de que lo estás haciendo. El habla puede desencadenar juicios sociales rápidos, automáticos y, a veces, inconscientes.

Además, por la forma en que habla, una persona puede emitir un juicio rápido sobre su personalidad.

La investigación ha reforzado la forma en que los oyentes pueden relacionarse con todo tipo de rasgos personales que no están relacionados con un hablante. Esto se basa en el atractivo físico, el estatus social, la inteligencia, la educación, el buen carácter, la socialización, incluso la criminalidad, solo en función de la forma en que se escucha el discurso.

Los acentos también afectan la evaluación de la personalidad de una persona.

Gracias a esta actitud lingüística, para algunas personas el acento o la forma de hablar es motivo de orgullo cultural, pero para otras no lo es. Estas actitudes son tan generalizadas que los hablantes pueden juzgar su propio dialecto y acento con la misma dureza que cualquier otra persona.

Este prejuicio arraigado ha demostrado que las personas juzgan espontáneamente a los demás por la forma o el acento que hablan como más competentes, inteligentes, eficaces y más adecuados para un trabajo profesional de alto nivel.

Entonces, sin darme cuenta, este tipo de trato y juicio es en realidad un signo de discriminación. Su juicio puede dificultar que alguien encuentre un trabajo, obtenga una educación o incluso encuentre un hogar, porque solo se trata de conjeturas sobre lo que usted sabe sobre otras personas.

Sin embargo, la forma de hablar puede cambiar

De hecho, la forma de hablar se formará cuando el niño haya comenzado a hablar, incluso desde el útero. Los bebés comienzan a poder escuchar los idiomas que les da su madre u otras personas de la familia.

Sin embargo, con la edad y la influencia del entorno circundante, la forma o el acento del habla de una persona pueden cambiar. Esta forma de hablar puede cambiar dependiendo de quién y dónde esté hablando. Porque tal vez otras personas hablen para adaptarse al entorno circundante.

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