4 impactos negativos si los padres golpean a menudo las nalgas de los niños

Educar a los niños requiere paciencia, especialmente cuando se porta mal. No es raro que los padres disciplinen a sus hijos con castigos físicos, como azotar a sus hijos. Sin embargo, ¿es esto razonable? ¿Cuál es el impacto si los padres a menudo azotan a sus hijos?

¿Puedes darle una palmada en el culo a un niño?

El castigo corporal parece haber sido practicado durante generaciones por muchos padres para disciplinar a sus hijos.

Empezando por torcer la oreja hasta golpear las nalgas del niño. Lauren M. O'Donnell, PsyD, psicóloga infantil de Kids Health tiene su opinión al respecto.

Según él, disciplinar a los niños dándoles nalgadas no es una acción eficaz. Los estudios realizados por la Academia Estadounidense de Pediatría (APA) también muestran lo mismo.

En lugar de hacer que los niños se sientan disuadidos por su delincuencia, el castigo físico, como las palizas, tendrá un impacto negativo en la vida del niño.

No solo la salud física, sino también la condición mental del niño cuando crezca.

No solo eso, cuanto más a menudo golpean los padres, más severo será el castigo. Como resultado, esta acción puede dar lugar a casos de violencia contra los niños.

Impacto negativo si a los padres les gusta pegar a los niños

La mayoría de los padres estarían de acuerdo en que dar nalgadas no es la forma correcta de disciplinar a un niño.

Sin embargo, también hay quienes todavía aplican este método con la esperanza de que sus hijos mejoren.

De hecho, azotar a un niño en el trasero no es una acción eficaz para disciplinar a un niño cuando comete un error. La razón es que hay muchos impactos negativos que pueden ocurrir en un niño si a menudo es golpeado en las nalgas, como por ejemplo:

1. Enseñe a los niños a comportarse de esta manera

¿Recuerda el dicho: "El fruto no cae lejos del árbol"? Sí, este proverbio puede describir cómo los efectos de la paternidad tendrán un impacto en la vida de los niños en el futuro.

Si los padres suelen aplicar castigos físicos, como abofetear o pegar a un niño, el niño hará lo mismo en el futuro.

2. Los niños se vuelven más agresivos

Los niños que a menudo son castigados con azotes tienden a desarrollar una actitud agresiva.

Por ejemplo, cuando se siente enojado, triste, molesto e insatisfecho, puede golpear a sus amigos u otras personas a su alrededor para desahogar sus emociones.

Además de ser más agresivos, los niños que se crían con castigos corporales son más propensos a desarrollar problemas psiquiátricos en el futuro.

3. Desaliente el corazón y la mente de los niños.

Golpear el culo de un niño acompañado de duras palabras llenas de ira, no solo entristece al niño. Especialmente si esta acción se realiza frente a amigos u otras personas.

Los niños se sentirán pequeños, inferiores, temerosos de hacer algo y tendrán dificultades para socializar con otras personas en el futuro.

Esta acción también puede generar la percepción de que los padres son algo a lo que se debe temer, no respetar. Ciertamente no quieres que tu pequeño piense que lo eres, ¿verdad?

4. Empeoramiento de su relación con los niños

Además de hacer que los niños pequeños se desanimen, el acto de golpear las nalgas de un niño también puede hacer que los niños se vuelvan más rebeldes. Los niños que sienten dolor cuando los golpean no aceptarán que los traten así.

Como resultado, el niño puede intentar defenderse con sus acciones o palabras.

En lugar de ser una solución, azotar a un niño en las nalgas puede empeorar las cosas. Si continúa, la relación entre su hijo y usted no irá bien.

Comparado con azotar el trasero de un niño, tal vez esto sea mejor

Darle una palmada en el culo a un niño no es la única forma de disciplinarlo. Puede aplicar otros métodos, como el método de tiempo de espera. Este método ayudará a calmar sus emociones de enojo y le dará tiempo a su hijo para que se dé cuenta y se arrepienta de su error.

El truco, pedirle al niño que entre en la habitación y reflexione sobre sus errores. Lleve juguetes o artilugios con los que pueda jugar en la habitación.

Déjelo reposar menos de una hora. Después de eso, puede pedirle a su hijo que admita el error, se disculpe y prometa no repetir el error nuevamente.

También podría proporcionar otros castigos que sean más útiles. Por ejemplo, si su hijo está escribiendo en las paredes y ensuciando su habitación, puede castigarlo para que limpie su propia habitación.

De esa forma, los niños aprenderán a responsabilizarse de sus errores y no los volverán a repetir.

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