La dispraxia es un trastorno de la coordinación del movimiento motor. ¿Cual es la razón?

Puede caminar, agarrar, teclear, patear y saludar gracias a un proceso coordinado de gestos orquestados por el cerebro y varias células nerviosas. Este proceso es muy complejo e incluso comienza desde la infancia que continúa desarrollándose hasta la niñez. Los problemas con los nervios del cerebro pueden alterar el proceso de coordinación de los movimientos corporales, lo que puede persistir hasta la edad adulta. Esta condición se llama dispraxia.

¿Qué es la dispraxia?

La dispraxia es una forma de deterioro del desarrollo de la coordinación motora fina y gruesa en los niños.

Esta afección es causada por trastornos de los nervios que dificultan que el cerebro procese las señales de comando de movimiento. En términos simples, la dispraxia dificulta que los niños piensen, planifiquen, ejecuten y organicen movimientos de modo que no puedan realizar actividades físicas generales como caminar, saltar o sostener un instrumento de escritura, al igual que otros niños de su edad. La dispraxia también hace que el niño tenga posturas y movimientos incómodos.

Además de afectar la coordinación de los movimientos corporales, la dispraxia también puede afectar la articulación y el habla, la percepción y el pensamiento. Aun así, la dispraxia se diferencia de otros trastornos motores como la parálisis cerebral que puede provocar una disminución de la función cognitiva cerebral y de los niveles de inteligencia.

La dispraxia es una enfermedad de por vida. Aun así, existen muchos tipos de terapias que pueden ayudar a los niños a adaptarse a las actividades diarias.

¿Qué causa la dispraxia?

La dispraxia es un trastorno de la coordinación de los movimientos corporales causado por trastornos de los nervios que envían señales desde el cerebro a los músculos de las extremidades. Muchos expertos en salud creen que esta condición es causada por factores genéticos.

Se informa que el riesgo de dispraxia aumenta si la madre solía beber alcohol durante el embarazo o si el bebé nació prematuramente con bajo peso al nacer. Sin embargo, el mecanismo que lo causa no se conoce con certeza.

Hay muchos tipos de dispraxia.

Según el tipo de movimiento físico que se ve afectado, la dispraxia se puede dividir en varias categorías, a saber:

  • Dispraxia ideomotor: dificultad para realizar movimientos de un solo paso, como peinarse y agitarse.
  • Dispraxia ideacional: dificultad para realizar movimientos secuenciales, como al cepillarse los dientes o hacer la cama.
  • Dispraxia oromotor: dificultad para mover los músculos para hablar y pronunciar oraciones, de modo que lo que se dice no se puede escuchar con claridad y es difícil de entender.
  • Dispraccional de la construcción: dificultad para comprender formas espaciales o espaciales, por lo que los niños tienen dificultad para comprender y hacer imágenes geométricas y ordenar bloques.

Señales de que su hijo tiene dispraxia

La dispraxia es más común en niños que en niñas. La variedad de síntomas que aparecen y su gravedad pueden ser diferentes para cada niño. Los primeros síntomas pueden haber aparecido desde la infancia, como un bebé que se retrasa para ponerse boca abajo o caminar.

A continuación se muestran algunos signos de dispersión desde los tres años hasta la edad escolar.

  • Dispraxia a los tres años:
    • Dificultad para usar cubiertos y prefiere usar las manos.
    • No puede andar en triciclo ni jugar con una pelota.
    • Tarde en poder usar el baño.
    • No le gustan los rompecabezas y otros juguetes para armar.
    • Hablar hasta tarde hasta los tres años.
  • Dispraxia desde la edad preescolar hasta la escuela primaria:
    • A menudo choca con personas u objetos.
    • Dificultad para saltar.
    • Retraso en el uso de la mano dominante.
    • Dificultad para usar material de oficina.
    • Dificultad para cerrar y abrir botones.
    • Dificultad para pronunciar palabras.
    • Dificultad para interactuar con otros niños.
  • Dispraxia en la edad de la escuela secundaria (escuela primaria y secundaria):
    • Evite las lecciones deportivas.
    • Dificultad para hacer ejercicio.
    • Dificultad para seguir órdenes que requieren coordinación ojo-mano.
    • Dificultad para seguir las instrucciones y recordarlas.
    • Incapaz de permanecer de pie durante largos períodos de tiempo.
    • Es fácil olvidar y, a menudo, perder cosas.
    • Dificultad para comprender el lenguaje no verbal de otras personas.

¿Cuáles son las consecuencias?

La coordinación deficiente de los movimientos corporales también puede causar lo siguiente:

  • Trastornos de la comunicación: desde dificultad para hablar hasta expresar ideas. También tienen dificultades para ajustar el volumen.
  • Trastornos del comportamiento y emocionales: uno de los cuales es el comportamiento inmaduro y la dificultad para entablar amistad con otras personas. También tienden a tener ansiedad por socializar con otras personas, especialmente a medida que envejecen.
  • Deficiencia académica: esto generalmente está relacionado con la capacidad de escribir rápidamente para tomar notas y también para resolver las preguntas del examen con letra manuscrita.

Diagnostico y tratamiento

Los síntomas de este trastorno de la coordinación del movimiento se pueden observar desde que el niño tiene 3 años, pero la mayoría de los casos obtienen un diagnóstico oficial a partir de los cinco años.

El médico también puede buscar otras afecciones neurológicas para asegurarse de que el trastorno de coordinación del niño sea causado por dispraxia.

Si se sabe que un niño tiene dispraxia, hay varias cosas que se pueden hacer para ayudarlo a moverse. Entre otros:

  • Terapia ocupacional para mejorar la capacidad de realizar actividades, como el uso de herramientas y la escritura
  • Terapia de conversación para entrenar la capacidad de los niños para comunicarse con mayor claridad.
  • Terapia motora perceptiva para mejorar las habilidades lingüísticas, visuales, de movimiento y de escucha y comprensión.

Además de la terapia con médicos, Algunas de las formas que puede hacer en casa para ayudar a un niño con dispraxia son:

  • Anime a los niños activos a moverse, jugando o practicando deportes ligeros como la natación.
  • Juegue rompecabezas para ayudar a las habilidades de percepción visual y espacial de los niños.
  • Anime a los niños a escribir y dibujar activamente con herramientas de escritura como bolígrafos, marcadores y lápices de colores.
  • Juegue a lanzar pelotas para ayudar a la coordinación ojo-mano.
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