Lavarse las manos con demasiada frecuencia puede tener un impacto negativo

Lavarse las manos es útil para prevenir la transmisión de enfermedades peligrosas. Sin embargo, lavarse las manos con demasiada frecuencia tampoco es bueno para la salud. En lugar de proteger al cuerpo de las enfermedades, el hábito de lavarse las manos en exceso aumentará el riesgo de otros problemas de salud.

Lavarse las manos con demasiada frecuencia tiene consecuencias

Lanzamiento Clínica Mayo Hay ocasiones en las que es obligatorio lavarse las manos. Estos incluyen antes de comer, al preparar alimentos, tratar heridas, usar y quitar lentes de contacto y cuando las manos están visiblemente sucias.

También es necesario lavarse las manos después de ir al baño, toser, estornudar, cambiar pañales, cuidar a los enfermos y tocar a las mascotas. Aunque se puede hacer todos los días, recuerde no lavarse las manos en exceso para no desencadenar los siguientes efectos secundarios.

1.Haga que sea más fácil enfermarse

Lavarse las manos con demasiada frecuencia puede alterar el equilibrio de las bacterias en el cuerpo. Según Samer Blackmon, M.D., un especialista en medicina interna en los Estados Unidos, esta actividad en realidad matará las bacterias beneficiosas que forman el sistema inmunológico.

De niño, el cuerpo está expuesto a una variedad de bacterias, virus y parásitos. De hecho, es beneficioso para fortalecer el sistema inmunológico. Si nunca se expone, el sistema inmunológico no puede combatir los gérmenes de la enfermedad.

Esto se debe a que el sistema inmunológico nunca reconoce ni siquiera los microbios causantes de enfermedades más comunes. Sin estos microbios, las células inmunes no pueden producir anticuerpos u otros mecanismos de defensa.

Algunos expertos creen que esta condición hace que sea más fácil enfermarse. Especialmente si el hábito de lavarse las manos con demasiada frecuencia ha comenzado desde la infancia. Por eso se recomienda lavarse las manos según sea necesario.

2. Aumentar el riesgo de desarrollar alergias.

Además de las bacterias, los virus y los parásitos, el cuerpo también está expuesto a varios desencadenantes de alergias o alérgenos desde la niñez. Esta exposición es beneficiosa para que el sistema inmunológico se adapte al alérgeno y no lo perciba como un peligro.

Las alergias ocurren cuando el sistema inmunológico reacciona de forma exagerada a una sustancia extraña que en realidad es inofensiva. Esta reacción exagerada puede causar picazón, inflamación, síntomas de los senos nasales y problemas respiratorios y digestivos.

Si se lava las manos con demasiada frecuencia, el cuerpo no tiene la oportunidad de "reconocer" sustancias extrañas que tienen el potencial de causar alergias en el futuro. Mientras tanto, las personas que crecen expuestas a alérgenos tienen un menor riesgo de desarrollar alergias.

3. Aumenta el riesgo de irritación y enfermedad de la piel.

Los productos químicos en el jabón de manos y el alcohol en los desinfectantes para manos pueden causar irritación si se usan con demasiada frecuencia. La piel que está expuesta a un exceso de estos ingredientes tiende a secarse, agrietarse e incluso sangrar.

Una vez que la piel se agrieta, las bacterias pueden ingresar fácilmente al cuerpo a través de los espacios que se forman. Esta afección puede provocar una infección que se caracteriza por picazón, enrojecimiento y aparición de pus.

En algunas personas, lavarse las manos con demasiada frecuencia puede incluso desencadenar un eccema y empeorar los síntomas. El eccema no se puede curar, pero sus síntomas se pueden controlar con medicamentos.

Algunas enfermedades comienzan con las manos sucias, y esta es la razón por la que lavarse las manos es tan importante. Sin embargo, asegúrese de no exagerar para evitar efectos secundarios no deseados.

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