En el fútbol, cabecear el balón es una de las habilidades bastante complicadas pero efectivas en el campo. A veces, esta técnica puede ser la salvadora de un partido para ciertos equipos. Por lo tanto, no se sorprenda si los jugadores de fútbol suelen cabecear el balón como técnica de defensa o ataque. Sin embargo, ¿sabías que detrás de la eficacia de cabecear el balón hay un peligro que acecha en los futbolistas?
¿Cuáles son los peligros de dirigir una pelota al cerebro?
El peligro en cuestión no es solo físico, como una lesión o un traumatismo en la cabeza, ya sabes. Cabecear la pelota resultó tener un impacto considerable en la función cerebral.
Durante mucho tiempo, la investigación realizada sobre los efectos secundarios de cabecear una pelota se ha limitado a impactos físicos como conmociones cerebrales o lesiones en el cuello. Sin embargo, recientemente muchos investigadores han comenzado a estudiar el impacto de esta técnica en el funcionamiento y las actividades del cerebro humano. Los resultados de estos estudios fueron bastante sorprendentes. Consulte algunas de las conclusiones a continuación.
Memoria reducida
Un estudio realizado por la Universidad de Stirling en Escocia trató de analizar el efecto de cabecear una pelota en la memoria. En el estudio, se pidió a los participantes del estudio que cabecearan la pelota 20 veces. Una vez finalizada la sesión, los participantes realizaron una prueba para evaluar su memoria.
Como resultado, la memoria de los participantes del estudio se redujo entre un 41 y un 67 por ciento. El impacto se sintió inmediatamente después de que terminó la sesión de entrenamiento de cabecera. Afortunadamente, la memoria de los participantes volvió a la normalidad después de 24 horas.
Función cerebral deteriorada
Otro estudio realizado por la Escuela de Medicina de Harvard reveló que existen diferencias significativas entre el cerebro de los jugadores de fútbol que a menudo cabecea la pelota y el cerebro de los nadadores. A diferencia del fútbol, la natación suele ser menos propensa a sufrir impactos o traumatismos craneales.
La diferencia destacada por el estudio en el Journal of the American Medical Association son los trastornos o anomalías en los lóbulos frontal, temporal y occipital en el cerebro de los jugadores de fútbol.
Estas partes perturbadas del cerebro son responsables de controlar el estado de alerta o la atención, gestionar los procesos visuales y las habilidades de pensamiento complejas. Los impactos que se pueden sentir de inmediato son alteraciones en los patrones de comportamiento, cambios en el estado de ánimo o estado animico como depresión y ansiedad e insomnio.
¿Quién es más vulnerable al peligro de cabecear el balón?
Aunque los expertos en salud han expresado con bastante frecuencia los peligros de cabecear una pelota, los atletas de fútbol o aquellos a los que les gusta jugar al fútbol no parecen verse tan afectados por la advertencia. Esto se debe a que el impacto que tiene en su función cerebral diaria es muy sutil, por lo que es difícil saber si su perturbación particular fue causada por cabecear una pelota o por otra cosa, como una colisión con otro jugador.
Las conmociones cerebrales o los traumatismos en la cabeza que se han experimentado también corren el riesgo de causar un deterioro de la función cognitiva. Por lo tanto, las personas que han experimentado conmociones cerebrales son aún más vulnerables a los peligros de cabecear la pelota.
Los niños y adolescentes también son más propensos a sufrir trastornos de la función cerebral debido al cabeceo de la pelota. En niños y adolescentes menores de 14 años cuyos cuerpos aún se están desarrollando, el cerebro no está completamente cubierto por mielina. La vaina de mielina sirve para proteger los nervios y transmitir señales en el cerebro. Por lo tanto, el cerebro del niño es más sensible a los golpes o impactos.
Además, a los niños mayores de 5 años les crecerá la cabeza hasta el 90% de la cabeza de los adultos. Mientras tanto, sus cuellos no son lo suficientemente fuertes para sostener una cabeza tan grande. Si los niños cabecean la pelota, la presión que reciben se vuelve mucho más fuerte por lo que el impacto en el cerebro también es mayor.
¿Puedo cabecear el balón mientras juego al fútbol?
Los niños menores de 14 años deben evitar la práctica o práctica de cabecear una pelota con una pelota de cuero. Si un niño o adolescente quiere practicar una buena técnica de cabeceo, es mejor hacerlo primero con una pelota de plástico hasta que su cabeza y cerebro estén completamente desarrollados.
Los peligros de dirigir la pelota al cerebro adulto aún deben estudiarse más a fondo. La razón es que aún no se conocen los peligros de cabecear la pelota que continuarán atormentándote a largo plazo. Si está preocupado, es una buena idea reducir la cantidad de veces que cabecea la pelota mientras practica o juega al fútbol.
También se recomienda que primero domine las técnicas de cabeceo adecuadas y seguras, por ejemplo, apretando la mandíbula y los dientes con fuerza antes de que su cabeza toque la pelota. De esta manera, puede minimizar los riesgos que se le puedan ocasionar a su cabeza y cerebro.